Darlings, desaprender no es fácil. También a nosotras nos costó empezar con la compra consciente, pero resultó ser un antes y un después. Empezamos a disfrutar del gusto que da entender y conocer la historia de cada marca.
Ahora valoramos esfuerzo y el mimo que hay detrás de este o aquel producto.
Leemos, investigamos y nos hemos unido a esta especie de revolución silenciosa a favor de nuestro planeta y de la economía local.
Y lo mejor, le hemos dicho ciao ciao al fast fashion para siempre o reducido de una manera sustancial. ¿Te animas a deshacerte de esos hábitos?
Si te apetece seguirnos, estaremos compartiendo más historias en Instagram y por aquí en el blog.